Es verdad que día a día se ponen de moda diversos suplementos dietarios y productos que prometen mil beneficios para la salud. Si desconfías de ellos, prueba a incorporar en tu dieta las semillas de chía. Se trata de un elemento 100% natural, que puede ser añadido de forma fácil a las comidas y aporta muchas ventajas para el organismo.

Uno de sus nutrientes más importantes es el Omega 3. Estos ácidos grasos esenciales están presentes en el aceite de oliva, aceite de pescado y el salmón, alimentos que la mayor parte de la gente consume por sus beneficios nutricionales. Sin embargo, 3 cucharadas y media de chía contiene tanto Omega 3 como 900 gramos de salmón. Ahora veamos una a una todas sus ventajas.

• Ayuda a perder peso porque reduce el hambre y el impulso de comer alimentos azucarados.
• Incorporada en el desayuno, aporta mucha energía y da sensación de saciedad.
• Disminuye los niveles de glucosa en sangre, lo que resulta muy beneficioso para los pacientes con diabetes.
• Es más efectiva que los hidratos de carbono para el rendimiento de los atletas en competiciones exigentes.
• Gracias a su alto contenido de ácidos grasos esenciales Omega 3, mejora el humor y las funciones cerebrales. Incluso reduce los síntomas de la depresión y el desorden bipolar.
• Por su alto contenido de fibra mejora la digestión y problemas digestivos.

La dosis óptima es 4 cucharadas grandes por día; si nunca has comido semillas de chía, puedes incorporarla de manera gradual, empezando por 1 cucharada diaria. Con sólo 2 raciones obtendrás 7 gramos de fibra, 4 gramos de proteína, 5 gramos de Omega 3 y 205 miligramos de calcio. Es importante destacar que este alimento es rico en fibra soluble e insoluble; la fibra se expande con los líquidos del estómago haciéndote sentir satisfecha enseguida.

Por lo general es agregada en batidos y otras bebidas, aunque también puedes espolvorearla sobre tus comidas o mezclarla con el yogur. Como tiene sabor neutral, combina con cualquier otro alimento.

Por otra parte, las semillas de chía pueden ser molidas para convertirse en harina, como una alternativa para personas con alergias al gluten. 

En cuanto a su conservación, la chía puede ser fácilmente almacenada en la nevera por mucho tiempo sin que se ponga rancia. Así, una buena estrategia es comprar en cantidad (para que salga más barato) y guardar para consumir durante un largo periodo.