Actualmente es muy difícil evitar que nuestro cuerpo sufra intoxicaciones provenientes de nuestro entorno y de todos aquéllos elementos con los cuales interaccionamos: ropas, materiales que usamos, alimentos, etc. 

El simple aire está contaminado y es fuente de muchas y peligrosas toxinas. Los mismos limpiadores que usamos en casa son tóxicos, y hasta el agua sufre diversos grados de contaminación al que nuestro cuerpo ha ido adaptándose, a costa de su salud.

A pesar de este desolador panorama, hay algo que podemos hacer para atenuar el efecto de tanta toxina: hay métodos naturales de desintoxicación que podemos incorporar a nuestras vidas, con lo que no tendremos que huir al más remoto rincón de la tierra para evitar los tóxicos.

Hay muchas posibilidades para reducir la exposición a las toxinas, usando por ejemplo, plantas y productos caseros para la higiene personal, comer frutas y vegetales orgánicos, beber agua purificada, usar detergentes biodegradables, etc.

Vamos a enumerar cinco consejos con los que podremos desintoxicar fácilmente.

El agua es el vehículo que nuestro cuerpo usa para eliminar las toxinas por medio de los riñones, y es asimismo, el medio sobre el que "nadan" los diferentes transportadores de nutrientes a los distintos órganos y tejidos del cuerpo. 

La capacidad de filtrado de nuestros riñones depende de la cantidad de agua que  bebamos. 

Si somos bebedores habituales de café o soda o té, no pensemos que ahí llevamos la cantidad de agua que necesitamos: por el contrario, necesitaremos beber más para eliminar las toxinas que estos líquidos llevan.

Por eso, es muy importante ser conscientes de la cantidad de agua que bebemos, ya que para que podamos eliminar a través de los riñones el exceso de productos de desecho de la sangre, los tóxicos por la orina y las toxinas solubles que reciben del hígado, es imprescindible consumir mucha agua.

Uno de los mejores depurativos naturales que hay: al levantarnos por la mañana, en ayunas, bebamos una mezcla de 500 ml ó un litro de agua tibia, con el zumo de medio limón. Bébelo antes de tomar cualquier otra cosa. 

El agua tibia con limón ayuda a estimular el hígado, colaborando en sus procesos depurativos, algo fundamental, ya que es el principal órgano desintoxicador del organismo.

De conocida popularidad entre los escandinavos y rusos, es una antigua práctica que consiste en cepillarse la piel, sin usar agua, con un cepillo compuesto por fibras naturales. Durante siglos, estos pueblos han usado esta técnica para eliminar la capa más exterior de la piel, cuya regeneración tiene lugar en unas 24 horas. 

La ayuda a la desintoxicación tiene lugar porque este cepillado estimula los vasos linfáticos, que colaboran en el drenaje de los tóxicos de los órganos específicos: se depura así todo el cuerpo.

Tomar un baño no es sólo una magnífica manera de relajarse al final del día, también es una forma increíble de desintoxicar nuestro cuerpo.

Si añadimos, específicamente al agua del baño, una taza de sales inglesas o de Epson, más media taza de bicarbonato y unas gotas de aceite esencial de lavanda, tendremos una mezcla que ayudará eficazmente, no sólo a extraer todos aquellos productos de desecho de nuestro cuerpo, gran cantidad de toxinas y demás, sino que regulará los niveles de nuestro pH, consiguiendo no sólo una relajación espectacular, también una depuración muy completa.

Aunque pudiera parecer una tontería, usar algo que hacemos de forma constante para vivir normalmente, respirar, para lograr una depuración y desintoxicación de nuestro cuerpo, logra expulsar gran cantidad de toxinas de nuestro interior.

La reconocida autoridad en el campo de la naturopatía, el Dr. Andrew Weil, explica el método de la respiración profunda, como una de las formas más sencillas y eficaces de eliminar toxinas de nuestro cuerpo.

Basándose en que el oxígeno propicia la absorción de todos aquellos elementos vitales, como las vitaminas, y los demás nutrientes, de una forma más eficiente cuanto mayor es su concentración inhalada. 

Además, estimula la formación de células blancas de nuestra sangre (leucocitos y linfocitos), lo que determina una mayor expulsión de tóxicos corporales.

El Dr. Weil recomienda realizar el ejercicio en tres pasos 4-7-8, haciendo tres repeticiones del mismo, para obtener los mejores resultados: 

Coloquemos la punta de la lengua sobre la parte trasera de nuestros dientes frontales superiores, exhalando completamente todo el aire de nuestros pulmones por la boca, con un sonido sibilante. 

A continuación se cierra la boca e inhalamos profundamente por la nariz, contando hasta 4, retenemos la respiración hasta contar hasta 7 y de nuevo exhalamos el aire, contando hasta 8. 

Repetimos esto tres veces. Podremos observar los efectos.