Uno de los más deliciosos ingredientes de la cocina mediterránea, y a la vez uno de los vegetales más baratos para consumir –la cebolla- es también una poderosa fuente para prevenir y tratar muchísimas enfermedades. ¿Conoces todos los beneficios de incorporar la cebolla a tu alimentación? Te contamos.

Se trata de una verdura que aporta grandes ventajas tanto si se consume cruda como cocida. Contiene nutrientes esenciales para el bienestar corporal, tales como la vitamina C, vitamina B, flavonoides, fibra y diversos antioxidantes. Además presenta bajo contenido de sodio y tiene muy pocas calorías.

Pero como siempre recomendamos, lo importante es la moderación ante todo. La cebolla cruda puede provocar acidez estomacal  y flatulencias. 

Teniendo en cuenta estos pequeños recaudos, ahora sí, ya estás lista para conocer todas las ventajas que este poderoso alimento natural puede brindarte.

• Cáncer en general: la quercetina de la cebolla (especialmente, de la cebolla colorada) es un poderoso agente anticancerígeno.
• Problemas de próstata: para los varones es muy bueno consumir cebolla. Los abundantes fotoquímicos de esta verdura previenen el cáncer, los microbios y bacterias causantes de infecciones en la próstata.
• Colesterol: el azufre de la cebolla es un anticoagulante que estimula la secreción de colesterol bueno, además de que disminuye naturalmente la presión alta y baja los niveles de colesterol dañino.
• Infartos y derrames cerebrales: debido a su acción anticoagulante, consumido crudo este vegetal reduce los coágulos de la sangre, evitando la obstrucción de las arterias.
• Úlceras estomacales: el gran porcentaje de fibra soluble en agua que presenta la cebolla, ayuda a prevenir la aparición de úlceras en el sistema gastrointestinal.
• Resfríos: las propiedades de la cebolla mejoran el sistema inmunológico e incrementan el poder de absorción de la vitamina C. Así, vuelven el cuerpo más resistente contra los resfríos y la gripe.
• Osteoporosis: el consumo regular de esta verdura mejora la densidad de los huesos, especialmente en mujeres menopáusicas.

• Infecciones urinarias: la cebolla reduce las molestias propias de este problema gracias a su efecto antibacteriano.
• Artritis: el azufre de la cebolla tiene propiedades anti-inflamatorias, de mucha ayuda para aliviar los dolores e inflamación propios de la artritis.
• Alergias y asma: se sabe que esta verdura frena la liberación de histamina en el cuerpo. La histamina es una sustancia que desencadena sensibilidad a los agentes alérgenos, produciendo ataques de asma, lagrimeo, estornudos y urticaria. Inhibiendo la histamina con la cebolla, puedes ser menos vulnerable a las alergias.
• Exceso de toxinas: la fibra de la cebolla estimula al hígado para eliminar las toxinas y elementos nocivos dentro del organismo, ayudando a su depuración.
• Hiperglucemia: el cromo presente en este vegetal controla los niveles de glucosa en sangre. Incluso, su contenido de azufre contribuye a hacer bajar la cantidad de azúcar en el flujo sanguíneo estimulando la secreción de insulina.