Cuando se habla de dieta, la cantidad de conceptos y objetivos distintos asociados a tal término pueden llegar a ser extraordinariamente confusos, y con demasiada frecuencia nos encontramos con muchas publicaciones y libros que nos hablarán de las maravillas de su dieta particular, o bien encontraremos informaciones acerca de la dieta tal o la dieta cual.

El grave problema es que si realmente necesitamos una forma eficaz de perder peso o bien de limitar algunos factores que pensemos que nos estén dañando, y nos ponemos a buscar información, encontraremos infinidad de contradicciones entre los autores, y finalmente no sabremos a qué carta quedar. Inclusive los mismos médicos nutricionistas pueden darnos datos que pueden confundirnos.

Además, el mismo concepto implica algo temporal, una etapa en la cual podemos introducirnos temporalmente y después salir, algo que en absoluto es bueno para una correcta alimentación y nutrición, y para resolver muchos problemas de forma definitiva.

Otro de los problemas con que nos podemos encontrar se halla en los supuestos alimentos dietéticos, bajos en calorías o ricos en nutrientes pero bajos en calorías, etc., etc.  Rúbricas mediáticas de sustancias que, en definitiva no consiguen el supuesto efecto de saciar el apetito y frenar el ansia de comer: ¿quién se contenta con una única barrita de 100 calorías?

Después de tantos devaneos mentales, Jane Korsberg, especialista en nutrición de la Universidad de Case Western Reserve, de Cleveland, explica que lo que realmente necesitamos es aprender a comer bien para toda la vida, que es lo que, finalmente producirá resultados duraderos y realmente eficaces.

Prestar atención al tamaño de las porciones, elegir inteligentemente los alimentos y mantenerse activo, con ello lograremos dicho objetivo.

Así que, en lugar de someterse a los rigores de tal o cual dieta, lo mejor que puede hacer desde un principio, es atenerse a una serie de recomendaciones básicas, y a partir de ahí, ir modificando sus costumbres alimenticias partiendo de estos criterios. 

Vamos pues, a empezar por cinco opciones que constituyen alimentos de rico sabor y son muy saludables:

Una de las principales ventajas de esta verdura es su sabor y su versatilidad a la hora de combinar con gran cantidad de alimentos. 

Tiene mucha fibra y agua, con lo que se sentirá saciado y constituyen una excelente elección para una alimentación saludable. Además contienen hierro, vitaminas y antioxidantes como el licopeno, relacionado con una menor incidencia de cáncer de próstata.

Así, por ejemplo, una taza de tomates rojos cocidos contiene sólo 43 calorías, pero su sabor los hace tan atractivos como cualquier alimento rico en proteínas.

Muy a menudo, estamos necesitados de algún aperitivo a mediodía pero nos topamos con el inconveniente de nuestro peso. 

Sin embargo, se ha demostrado que aquéllas mujeres que comían frutos secos al menos dos veces en semana tenían mejores resultados a la hora de mantenerse en su peso que quienes no lo hacían.

Uno de los más eficaces para este menester es la almendra, que con167 calorías en 30 gramos, 6 gramos de proteínas y 3 gamos de fibra logran que se sienta saciado más tiempo. 

Además, la necesidad de masticarlas bien por su naturaleza crujiente, colabora en el proceso de saciedad.

Según un estudio realizado y publicado por la revista Appetite, las mujeres que comían tres manzanas, o bien tres peras diarias, adelgazaban más que quienes comían tres galletitas de avena, aun cuando la cantidad de fibra de unas y otras era idénticas.

Si bien la causa fisiológica exacta de esto se desconoce, es cierto que los alimentos crujientes pueden hacer que una persona se sienta más lleno debido a que el acto de masticar más tiempo envía señales de saciedad al cerebro. Y éste interpreta el dato como un grado mayor de ingesta del que realmente ha tenido lugar, y así, logramos mantener el hambre más tiempo a raya.

Por eso, y porque las manzanas son una buena fuente de fibra dietética y nutrientes, son idóneas para una nutrición equilibrada, ya que mantienen nuestro sistema digestivo saludable y ayudan a reducir el colesterol, además de ingerir pocas calorías y hacernos sentir satisfechos.

Aunque injustamente imputados de muchos problemas dietéticos, lo cierto es que la cantidad de proteínas de los huevos tienen un gran poder saciante y esto les otorga una gran capacidad para mantener nuestro peso bajo control.

Según diversas investigaciones, se ha constatado que comer huevos en el desayuno ayuda a luchar contra el aumento de peso el resto del día.

Hecho que corrobora, por ejemplo, un estudio publicado en el 2008 en la International Journey of Obesity, que demostró que quienes hacen dieta pierden un 65% más de peso si comen dos huevos en el desayuno durante cinco días a la semana que quienes no lo hacían y en cambio, comían un baguette por la mañana. 

Por eso, si bien la proteína llena cada vez que la comemos, los científicos piensan que si la comemos por la mañana, hará que nos sintamos más llenos durante el resto del día.

No crea que comer salmón le engordará: todo lo contrario. Lo demuestra un estudio realizado en el 2008 y también publicado en la “International Journal of Obesity” y que demostró que quienes comían salmón dos veces a la semana, perdían dos kilos más que quienes no lo hacían. 

Y aunque tema que el salmón contiene mucha grasa, lo cierto es que las calorías reales que contiene son relativamente pocas: en 100 gramos sólo hay 175 calorías, así constituyen una buena fuente de proteínas también.

Como ve, la lista de alimentos que le ayudarán a configurar una dieta nutricionalmente equilibrada y saludable no es pequeña, y a poco que investigue un poquito, encontrará muchos más.