Cuando hablamos de calorías la primera imagen que nos llega a la mente es el sobrepeso, la obesidad, consumo de dietas que nos dejaran con hambre para perder peso.

Nuestro cuerpo toma los nutrientes de los alimentos y estos pasan por diferentes rutas metabólicas las cuales nos proporcionan energía,  entre muchas otras cosas, como por ejemplo la comida puede afectar directamente las hormonas que regulan cuanto y cuando comemos, es por esto que debemos tomar en cuenta los tipos de alimentos que consumimos ya que de estos depende la cantidad de calorías ingeridas.

Es necesario definir que es una caloría para entender mejor el contexto del tema:

Podemos definir a la caloría como la unidad de medida para la energía que se basa en el calor específico del agua, es la  “cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de 1 gramo de agua a 1gramo Celsius”.

Pero se usa principalmente para poder expresar la “energía que nos aportan los alimentos”

El valor de referencia de una caloría equivale a:             

•  1 caloría= 4,184 Joules.

Se puede emplear el término de caloría o kilocaloría (Kcal) cualquiera de los dos se encuentra bien empleado.

Personalmente considero que debes tomar en cuenta las vías metabólicas del cuerpo y como pasan por ellas los nutrientes como: grasas, carbohidratos y proteínas. Para hacer más fácil el entendimiento te daré 2 ejemplos las proteínas y los carbohidratos en este caso será la fructuosa.

• Proteína

Si consume 100 calorías, aproximadamente el 30% se usará en la digestión. La proteína puede elevar la tasa metabólica y los niveles de saciedad. Este aumento puede ser usado para construir los músculos  que de forma metabólica son tejidos activos que queman calorías durante todo el día.

• Fructuosa

El proceso es sencillo se absorbe en tracto digestivo y entra la fructosa en el hígado, se puede convertir en glucosa, pero el hígado realiza el almacén en forma de glucógeno

Si el hígado almacena demasiado glucógeno es posible que lo convierta en grasa.

Esto puede causar una resistencia a la insulina la cual eleva sus niveles en todo el cuerpo y esta ocasiona que se aumenten los niveles de grasa.

Para resumir el consumo de 100 calorías de  fructuosa puede aumentar la insulina a largo plazo y por ende aumentar el apetito.

Podemos ver como 100 calorías de proteína no tienen los mismos efectos que 100 calorías de fructosa.

La fructuosa impulsara el aumento de la ingesta de energía en comparación con la proteína, mediante sus efectos sobre el cuerpo, has hormonas y el cerebro.

Como ejemplo podemos decir que no es lo mismo beber un jugo diariamente durante un año por ejemplo, a consumir la misma cantidad de calorías del huevo o de carne.

Como nos podemos dar cuenta algunos alimentos pueden causar cambios hormonales que ocasionan aumento de peso, mientras que otros alimentos pueden aumentar la tasa metabólica y el efecto de saciedad en el cuerpo.

Si nosotros conocemos cuanta energía ingerimos con los alimentos y cuanta energía gastamos podremos entender el término ¡demasiadas calorías!

Que en muchas ocasiones empleamos para decir ya comí demasiado pero no sabemos cómo gastarlas.

Si nos basamos en las leyes de la termodinámica como la primera que nos dice que la energía menciona una parte en que la energía se transforma podemos ejemplificar que la energía que entra al cuerpo es mayor que la que sale, así es como el cuerpo almacena la energía en forma de grasa corporal.  

Si almacenamos demasiada energía y no la gastamos comenzamos a subir de peso y viceversa si gasto más energía de la que consumo comienzo a perder peso.

 Aquí la cuestión sería: ¿Por qué la gente come más? 

Comúnmente la gente no cuenta las calorías pero si recuerda la cantidad de alimentos que consumió y cuáles fueron los grupos de alimentos que más ingirió, pero esto es totalmente una serie de decisiones que toman las personas en cuanto a gustos y preferencias si deciden comer más o menos alimentos.

Aunque también pudiese ser generado por algún comportamiento estrés, ansiedad o alguna idea que genere este consumo.

O simplemente  tal vez el cuerpo de forma fisiológica está causando algún cambio que genere que aumente el peso.

Lo cierto es que nuestros deseos, acciones y pensamientos son controlados por las hormonas y los circuitos neuronales.

No debemos hacer caso omiso a los procesos fisiológicos de nuestro cuerpo  y la forma en como los alimentos pueden afectar estos procesos de forma directa, te recomiendo tomar en cuenta estos datos antes de creer que solo se debe a un consumo excesivo de calorías. 

La función principal de la energía en el  cuerpo  es la capacidad que tiene para hacerlo trabajar ya que necesita energía para agilizar la mente, la contracción muscular, la respiración, para que los órganos trabajen correctamente, etc.

Se utiliza en todos los niveles del cuerpo sistemas y tejidos, atómico, como ejemplo a nivel molecular la energía sirve para realizar todas las reacciones químicas que ocurren en nuestro organismo a lo que llamamos uso de calorías internas.

Cuando hablamos de calorías lo primero que pensamos son alimentos que comemos en la calle o con mucha grasa y nos llega a la mente la idea de obesidad o sobrepeso.

 Entonces si pensamos en sobrepeso u obesidad pensamos en calorías también.

Existen diferentes opiniones sobre si es el tipo de alimentos lo que causa la obesidad o si la clave se encuentra en la cantidad de calorías que ingerimos.

Una de las ideas principales es que se debe realizar más actividad física, comer solo las calorías necesarias y es que responsabilidad de cada persona mantener un balance en la ingesta calórica.

Si a su consumo total diario de calorías le resta 500kcal comenzara a ver la pérdida de peso, aquí lo más importante es realizar el cálculo de calorías que ingerimos y cuantas gastamos realmente.

No podemos generalizar el consumo de calorías como si no importara el tipo de alimento que consumiéramos y solo la cantidad de calorías, es verdad que las calorías aportan energía pero esa energía proviene de diversos nutrientes que causan diferentes efectos en el organismo debido a que pasan por diversas vías metabólicas antes de ser convertidos en energía.

Es por esto que no es correcto solo enfocarnos en el contenido calórico de los alimentos sin observar cuales son los efectos metabólicos y hormonales en el cuerpo.

Al cambiar los macronutrientes de la dieta también se afecta el apetito, esto podemos observarlo claramente en los estudios de las dietas bajas en carbohidratos y bajas en grasa.

Las dietas bajas en grasa restringen calorías para bajar de peso.  En cambio las dietas bajas en carbohidratos dejan un consumo libre de proteína y grasa  y aun así logran perder peso.

Hay estudios que comparan este tipo de dietas y se ha comprobado que las personas que realizan dietas bajas en carbohidratos pierden mucho más peso que las que realizan dietas bajas en grasa.

Lo que ocurre es que las personas que hacen dietas bajas en carbohidratos también disminuye su apetito así sin darse cuenta al realizar este tipo de dietas consumen menos cantidad de calorías.

En este tipo de dietas no se debe contabilizar las calorías para poder bajar de peso pero si es importante el tipo de alimentos que contengan proteínas de alto valor biológico para que sean asimiladas en mayor cantidad y el tipo de grasa que se debe consumir. 

Estas dietas conducen a un consumo bajo de calorías y ayudan a perder de peso. 

Los efectos sobre la salud de los alimentos no son tomados en cuenta cuando se habla de calorías ingeridas y calorías gastadas. Lo cierto es que los alimentos tienen diferentes efectos en nuestra salud. Por ejemplo la acumulación de la grasa “Trans” puede llevar a padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II, resistencia a la insulina, etc.

Otro ejemplo la fructosa consumida engrandes cantidades también provoca resistencia a la insulina, colesterol, eleva los triglicéridos a nivel sanguíneo aumento de la grasa abdominal, etc.  

Existen muchos ejemplos de alimentos con efectos nocivos que no son ocasionados por su contenido calórico.

De la misma forma que ser obesos no significa no ser saludables, el estar en un peso saludable o recomendado no garantiza que la persona sea sana.

Una buena nutrición y la prevención de enfermedades conducen más allá de la ingesta de calorías.

Comúnmente relacionamos al aumento de ingestión de calorías con el aumento del peso.

Pero si ocurriera al revés  y el aumento de consumo de grasa aumentara el deseo de ingerir mayor cantidad de calorías.

Por ejemplo los adolescentes que comen demasiadas calorías y no las gastan, como están en proceso de crecimiento en lugar de convertir estas calorías en grasa, estás se usan para el desarrollo del cuerpo aumento de músculo, construcción de huesos, piel, etc.

Lo que hace que se usen estas calorías de esta forma no es su consumo excesivo, más bien son las hormonas que son factores de crecimiento en los procesos fisiológicos.

Te has puesto a pensar  ¿Qué ocurre si pasara lo mismo con la obesidad?

¿Serán las calorías una consecuencia del aumento de peso y no una causa?

Podríamos suponer esto ya que la masa grasa de una persona obesa podría estar creciendo por las hormonas. Un ejemplo podría ser el aumento de peso en aquellas personas que toman hormonas, anticonceptivos, etc.

Evidentemente en las pastillas no hay calorías que causen aumento de peso, pero si alteran la fisiología del cuerpo y pueden ocasionar un aumento en la ingesta de calorías.

Tal vez estemos confundiendo el término causa y efecto.

Quizá el aumento de ingesta de calorías no aumente la grasa pero podría ser que la grasa sea la que impulse que aumentemos el consumo de calorías.

Generalmente las decisiones que tomamos son basadas en nuestras emociones, lo que sentimos o queremos, la parte de la lógica de nuestro cerebro  no controla la parte del cerebro que regula las emociones, esto es parte de la naturaleza humana.

Cambiar un comportamiento por decisión propia suele costar mucho trabajo, lo mismo ocurre con el comportamiento alimentario como dejar de consumir cierto alimento o disminuir la ingesta calórica diaria.

Las personas que tienen una motivación son capaces de realizar estos cambios, esto lo podemos observar en personas que tienen metas definidas como atletas, fisicoculturistas, etc.

No toda la gente puede lograrlo, suele ser muy difícil sobre todo para aquellos que tienden a aumentar de peso con facilidad.

Si existen personas que tienen la capacidad de comer conscientemente menos calorías y controlar el consumo con porciones o contar las calorías de los alimentos que comen. Pero tienen que tenerlo siempre presente hacerlo ya como un estilo de vida.

En el inconsciente se genera gran parte de nuestra conducta alimentaria que se determina más por las hormonas y los circuitos neuronales podría llegar a ser imposible controlar este comportamiento, pero si se tiene consciencia o motivación se puede lograr. 

Al realizar dietas debemos tener en cuenta la reducción constante de la tasa metabólica debido a que si disminuimos una ingesta de calorías al 10% o disminuir 500kcal al total de calorías consumidas llegara un momento en el que dejara de perder peso ya que el cuerpo se adaptaría al ritmo metabólico. Es así que se debe considerar reducir las calorías de forma constante.

Mientras que el hipotálamo que es el encargado de mantener su masa grasa, es necesario cambiar la dieta, ya que si modificamos solo la cantidad de alimentos consumidos pero no hay variación, entonces tampoco habrá variación en el peso.

Entonces podemos decir que el cuerpo se trata de resistir a cambiar los niveles de grasa corporal aumentando el apetito y reduciendo el gasto calórico.  

Hablar del peso saludable como una simple cuestión de calorías ingeridas y calorías gastadas (quemadas) es una suposición errónea. Existen muchos otros factores a considerar como las vías metabólicas que usan los alimentos al ser ingeridos así como los efectos que tienen sobre el cerebro y las hormonas, etc.