La cebada es un alimento que se usa desde las épocas antiguas para satisfacer las necesidades nutricionales humanas.
Contiene un bajo nivel de grasas y sodio, y en cambio, posee gran cantidad de fibra soluble y proteínas, calcio, fósforo y potasio.
Dado a su alto valor nutritivo es muy usada en las dietas de personas convalecientes. También es muy beneficiosa para el corazón y el sistema nervioso.
Es conveniente para los niños en etapa de crecimiento y las mujeres embarazadas. Además su alto contenido en fibra puede ayudar a prevenir el cáncer de colon.
Podemos encontrar distintos tipos de cebada según la forma de quitar su cáscara. Así pues existe la cebada mondada, la escocesa y la perlada.
En la cocina puede usarse de muchas maneras, en guisos, reemplazando el arroz, en sopas (a las cuales les da más espesor) en croquetas o ensaladas.
- Previene la descalcificación de los huesos.
- En los niños es muy beneficiosa ya que ayuda al proceso de desarrollo tanto mental como óseo.
- Tiene un alto poder desintoxicante.
- Cura las infecciones urinarias.
- Aporta gran cantidad de minerales.
- Ayuda a eliminar la retención de líquidos.
- Previene la aparición de arrugas.
Antiguamente, la cebada era uno de los cereales más utilizados en la alimentación, debido a su alto poder nutricional.
Actualmente la conocemos por su participación en la producción de malta para cerveza y whisky.