La
pera es el fruto del peral, un árbol caducifolio del género
Pyrus. Una fruta comestible y una de las más importantes de las regiones templadas.
Las peras provienen de los perales cultivados en
Europa, Norte de África y Asia aunque es una fruta muy fácil de encontrar en la mayoría de países.
Las
propiedades nutritivas de las peras son múltiples y el
sabor de esta dulce fruta es inconfundible, por ello el principal uso es gastronómico o como producto de elaboración de alimentos.
Existen cerca de
30 variedades de peras alrededor del mundo, las más comunes son:
- Bon Chretien de Williams: Esta clase de pera es tiene una base anche e irregular. Suele presentar una piel brillante, de un color verdoso que al madurar se convierte en amarillo. Su carne es blanca, jugosa y de un sabor azucarado. Estos elementos junto a su perfume la convierten en la mejor clase para la industria conservera.
- Bartlett: Su forma es acampanada y al madurar adquiere un tono amarillo brillante. Su pulpa es carnosa, blanca y muy suave. Este tipo de fruta se usa tanto para consumir en conserva como fresca.
- Anjou: Presenta una forma ovalada con una piel suave y un color verde aunque esté madura. Su abundante jugo y su dulce sabor la convierten en una de las más consumidas. Además resiste muy bien el transporte, por ese motivo se suele consumir fresca.
- Buena Luisa de Avranches: Su tamaño suele ser grande con poco cuello. Su piel es lisa pero presenta distintas tonalidades: amarillo-verdosa y rosada o estriada de rojo carmín, con punteados abundantes. Su pulpa suele ser blanca, jugosa, con un sabor dulce y muy perfumada. Se conservan en el frigorífico.
La pera es un alimento muy aconsejado en las dietas de pérdida de peso debido al bajo aporte calórico, a su carencia de sodio y el alto nivel en fibra.