Si en el caso de la carne nuestras posibilidades van desde la ternera hasta el pollo pasando por la carne de caballo, las posibilidades en el mundo del pescado son igual de amplias e interesantes.
Básicamente, la primera distinción que debemos realizar es la que diferencia el pescado blanco del pescado azul. Te damos las claves de cada una de estas clases para que sepas cuándo y cómo incorporarlas a tu dieta.
Se trata de la variedad de pescado con menor contenido de grasas y que, por tanto, resulta mucho más fácil de digerir. Suelen habitar en los fondos marinos y ser consumidos cocidos, al vapor o fritos, además de a la plancha o al horno. A continuación, una lista de los más consumidos.
Con un aporte calórico mucho mayor, el pescado azul suele contener como mínimo un seis por ciento de grasas, aunque no siempre se trata de grasas nocivas para nuestro organismo sino necesarias para le mismo.
Normalmente, se trata de especies migratorias con más sangre que las de pescado blanco, y deben su nombre al hecho de que sus lomos presentan un color azul verdoso que permite diferenciarlas fácilmente. A continuación te presentamos una lista de los pescados azules más consumidos.