El consumo de alcohol es actualmente un problema extendido por buena parte de la geografía civilizada. 

Su consumo moderado puede ser tolerado y se especula con que pudiera llegar a ser, hasta cierto punto, beneficioso para determinados problemas de salud crónicos muy concretos, como algunos tipos de cáncer o algunas enfermedades cardíacas.

Pero ingerido más allá de unos límites muy concretos, sólo ocasiona problemas serios de salud, entre otros, problemas hepáticos irreversibles. Sin embargo, sus consecuencias se extienden mucho más allá, abarcando prácticamente todos los sistemas del cuerpo.

Es pues, fundamental limitar el consumo a no más de un vaso para las mujeres y dos bebidas máximo para los hombres.

Veamos algunos trucos para no pasarnos de esos límites establecidos como moderados.

No mantenga bebidas alcohólicas en su casa: ello puede dar lugar a que sin darse cuenta en absoluto, beba más de lo que percibe.

Tiene que establecerse un límite concreto, una meta de consumo máximo, teniendo en cuenta que el máximo aceptable para la salud no pasa de una o dos bebidas diarias, según su sexo.

Y cuando llegue el tiempo de descanso, vacaciones o fines de semana, nunca beber más de tres bebidas diarias en el caso de las mujeres o cuatro en el caso de los hombres, según recomendaciones de asociaciones especializadas (Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo, o NIAAA.)

Si sale con los amigos, no lleve mucho dinero en efectivo, y nunca lleve tarjetas de crédito, así no dispondrá de muchos recursos para elevar demasiado el consumo.

Está buscando un estilo de vida más saludable, así que debe implicar a su familia para ello: dígales lo que está tratando de conseguir y ellos le ayudarán a moderar su consumo de alcohol. 

Y lo que es más importante, se interpondrán ante aquéllos “amigos”  que tratarán de que usted beba más de lo que se ha puesto como límite.

Finalmente, es importante tener en cuenta que si a pesar de las metas que se proponga, no puede conseguir limitar el consumo de alcohol, debería ponerse en contacto con alguna de las asociaciones que existen para ayudarle a manejar ese problema. 

Y sobre todo, si su salud no es buena, debe reducir drásticamente, e incluso eliminar, el alcohol de su vida, así que, ha de ser consecuente si es que quiere ese cambio de estilo de vida.

Y no olvide que es un cambio radical y drástico, lo que supone un esfuerzo serio y duro. Pero si se lo propone y obtiene la ayuda necesaria, no habrá nada que no pueda conseguir.