Cuando se trata de tomar hierbas para tratar
enfermedades, parece ser que la mayor parte de las personas creen que no son
tan efectivas como los medicamentos. Aunque si bien la efectividad de cada
planta y su uso no han sido estudiados tan profundamente, lo cierto es que lo
mismo sucede con las drogas farmacéuticas. Y en muchos casos, los medicamentos
intentan imitar un componente que aparece naturalmente en las hierbas, pero
acarreando efectos secundarios.
La seguridad representa la cuestión principal en
la mayor parte de los informes sobre hierbas y drogas. De todos modos, no se ha
reportado ninguna muerte por el consumo de plantas naturales, mientras que las
pastillas de farmacia prescritas matan 1 millón de personas por año solo en
EEUU. A pesar de que las hierbas naturales resultan mortales en dosis extremas,
parece que son mucho más seguras que las drogas artificiales.
Te recomendamos consultar con un especialista
si acostumbras consumir hierbas medicinales.
A continuación veremos una lista
de hierbas que se pueden utilizar para mejorar la salud respiratoria y curar
ciertas dolencias pulmonares, de la mano de John Summerly, nutricionista,
herbologista y homeópata.
Raíz de regaliz: brinda un efecto calmante que
suaviza las membranas mucosas de la garganta, y especialmente, los pulmones y el
estómago. Al mismo tiempo, contribuye a limpiar cualquier membrana inflamada
que necesita soporte del sistema inmunológico. Reduce la irritación de la
garganta y posee acción expectorante. Su concentración de saponinas brinda una
acción detergente que remueve la flema del tracto respiratorio, para que el
cuerpo pueda expulsarla.
Además, los componentes de la raíz de regaliz
alivian los espasmos bronquiales y bloquean los radicales libres que producen
inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias. Incluso, esta planta
tiene propiedades antibacterianas y antivirales, que luchan contra los
microorganismos que provocan infecciones pulmonares. Sus flavonoides previenen
el desarrollo de células cancerosas en el pulmón.
Uña de caballo: ayuda a limpiar el exceso de
mucosidades en los tubos bronquiales y pulmones. Suaviza las membranas de los
pulmones y –de acuerdo con investigaciones recientes- es útil para tratar el
asma, la tos, la bronquitis y otras afecciones pulmonares. Puedes conseguirla como una tintura
(un extracto de alcohol) o seca, para consumirla como té.
Cannabis: extrayendo los aceites esenciales del
cannabis e inhalándolos por medio de la vaporización, es posible mitigar la
irritación de la cavidad oral. Esta planta abre las vías respiratorias y los
senos nasales, actuando como broncodilatador. Además es uno de los agentes
anticancerígenos más poderosos de la naturaleza; activa la respuesta
inmunológica del organismo y reduce significativamente la capacidad de los
microorganismos infecciosos para esparcirse.
Raíz de osha: se trata de una hierba nativa de
EEUU que contiene alcanfor y otros componentes que la vuelven ideal para los
pulmones. Uno de sus principales beneficios es que incrementa la circulación
pulmonar, facilitando la respiración. Además, la raíz de osha produce un efecto
similar al de los antihistamínicos, y por eso resulta útil en casos de alergia
estacional.
Tomillo: es sumamente poderoso contra la
congestión de pecho; produce aceites esenciales antisépticos con propiedades
antibióticas y antifúngicas. Si la infección de las vías respiratorias es viral
o bacteriana, esta hierba resulta muy útil. Ha sido utilizada como un remedio
para los pulmones desde la antigüedad, y hasta hoy se emplea para tratar la
neumonía.
Orégano: aporta vitaminas y minerales
esenciales para el sistema inmunológico; pero además contiene carvacrol y ácido
rosmarínico, dos antihistamínicos y descongestivos naturales. Gracias a sus
propiedades, el orégano mantiene libre el tracto respiratorio y permite el flujo
de aire a través de los senos nasales. Por otra parte, el aceite de orégano
lucha contra una peligrosa bacteria que resulta inmune a muchos antibióticos
comunes.
Lobelia: el extracto de lobelia contiene un
alcaloide llamado lobelina, que ha mostrado tener efectos positivos en el
tratamiento de tumores resistentes a una multitud de drogas. Además, licúa el
moco, aliviando la congestión; estimula a las glándulas adrenales para liberar
epinefrina, lo que relaja las vías respiratorias facilitando la respiración.
Incluso, la lobelia contribuye a aliviar los músculos lisos y por eso es
incluida en remedios para la tos y los resfríos.
Hierba del moro: desde hace siglos se utiliza
para limpiar el exceso de mucosidad que complica el funcionamiento de los
pulmones. Es un agente antibacterial natural para estos órganos, alejándolos de
las infecciones como la bronquitis. Los expertos recomiendan beberlo como té,
colocando 1 cucharada por taza de agua hirviendo. Se debe tomar 2 o 3 veces por
día hasta por tres semanas. También puedes conseguir hierba del moro como
tintura.
Eucalipto: desde la antigüedad se emplea para
mejorar la salud respiratoria y aliviar la irritación de garganta. Suele ser
ingrediente de jarabes para la tos; su efectividad se debe a un compuesto
llamado cineol. Este aporta importantes beneficios: es expectorante, alivia la
tos, lucha contra la congestión y suaviza los pasajes nasales irritados. Incluso,
los antioxidantes del eucalipto refuerzan las defensas.
Gordolobo: tanto las flores como las hojas son
utilizadas para fabricar un extracto herbal que fortalece los pulmones. El gordolobo
limpia el exceso de mucosidad de los pulmones y los tubos bronquiales; además
reduce la inflamación del tracto respiratorio. Puedes hacer un té con 1
cucharada de hierba seca y 1 taza de agua hirviendo, aunque también se consigue
la tintura.
Pulmonaria: es un liquen que crece adherido a
los árboles, y que de hecho parece tejido de pulmón. Ya en el siglo XVI se
utilizaba para aliviar la congestión y promover la salud del sistema
respiratorio. Incluso contiene componentes efectivos contra los organismos
dañinos que afectan la salud respiratoria. La pulmonaria viene en muchas
variedades, por eso debes consultar a un herbologista antes de comprar.
Chaparral: desintoxica los pulmones y brinda
soporte al tracto respiratorio. Sus poderosos antioxidantes luchan contra la
irritación y reducen la respuesta del organismo a la histamina. Además, los
componentes del chaparral inhiben el desarrollo de células cancerosas. Por si
fuera poco, tiene acción expectorante y se trata de una hierba que lucha contra
microorganismos dañinos. Puedes conseguirla como té o tintura, aunque esta
última es la forma más eficiente.
Salvia: los aceites esenciales de salvia tratan
problemas pulmonares y deficiencias respiratorias comunes. Vaporizados e
inhalados, alivian la sinusitis y desórdenes en el aparato respiratorio. Además
el té de esta hierba trata la tos y las úlceras en la garganta. Puedes hacer un
té de salvia bien cargado y colocarlo en un bowl para aspirar el vapor.
Menta peperina: la hierba fresca y su aceite
aportan mentol, un ingrediente suavizante que relaja los músculos lisos del
tracto respiratorio y libera la respiración.
Es un excelente descongestivo que
se suma al poder antihistamínico de la menta para brindar alivio inmediato. Incluso,
la hierba es un gran antioxidante y lucha contra organismos dañinos.
Hoja de plátano: hace siglos que se utiliza
para aliviar la tos y suavizar las membranas mucosas irritadas. Muchos de sus
constituyentes poseen propiedades antibacteriales y antimicrobianas, como así
también, antiinflamatorias y antitóxicas. Las pruebas clínicas han demostrado
que es de ayuda contra el resfrío y la irritación pulmonar. Además, la hoja de
plátano mejora la tos seca estimulando la producción de mucosidades en los
pulmones.
Fuente: www.collective-evolution.com