Hay veces en que determinadas personas, por más que lo hayan intentado, no han logrado perder los suficientes kilos para eludir los riesgos de la obesidad. 

También hay ocasiones en que no existe patología de base, sino incapacidad para seguir un comportamiento alimenticio adecuado, y a veces, en tales circunstancias, la medicina ofrece una posibilidad en una técnica quirúrgica conocida como Bypass gástrico.

Mediante la misma, se aísla la curvatura menor del estómago del resto, y uniéndolo con un segmento de intestino delgado al duodeno, consiguiendo así una saciedad precoz.

Asimismo, una reducción de la absorción de alimentos.

Se puede perder peso rápidamente, evitando los posibles efectos secundarios asociados a la obesidad (diabetes y enfermedad coronaria). 

Sin embargo, la reducción de la absorción de alimentos puede producir deficiencias de varios principios fundamentales.

Aproximadamente el 10% de los pacientes de bypass gástrico la presentan, según aparece en varias publicaciones médicas, variando un tanto entre ellas en cuanto al valor exacto.

Sin embargo aun cuando las variaciones puedan oscilar un tanto, lo cierto es que existe un porcentaje apreciable y las consecuencias de esta deficiencia se manifiestan en varios síntomas diferentes. 

Ya que desempeñan un papel vital en el sistema inmunitario, intervienen en el desempeño de nuestra agudeza visual y es básica para la integridad de nuestra piel y nuestras membranas mucosas.

Por lo que su déficit puede ocasionar desde ceguera nocturna, hasta infecciones respiratorias e incluso lesiones oculares. 

Pero también tenemos que controlar la dosis que tomamos, porque puede producir trastornos por exceso. 

Consultemos a nuestro médico su dosis correcta.

La integridad de la función de nuestros nervios, la correcta formación de los glóbulos rojos, los procesos de reproducción del ADN y así mismo, parte del metabolismo de las grasas y las proteínas, dependen de esta vitamina.

Su déficit se produce, según datos médicos, hasta en un 30% de las operaciones de bypass gástrico

Cuando padecemos un déficit de la misma sufrimos daño en los nervios periféricos (de las extremidades) y perdemos la coordinación de nuestro cuerpo, además de poder sufrir procesos anémicos y metabólicos severos.

Se suele necesitar, en la manifestación de esta deficiencia, una dosis diaria de 300 a 500 microgramos diarios, aunque también se puede optar por la solución de inyecciones mensuales, más dolorosas, pero menos incómodo para llevar un correcto control.

No es infrecuente la deficiencia de esta vitamina, de hecho las estadísticas hablan de un 50% de los sometidos, como consecuencia del bypass gástrico.

Sus consecuencias se manifiestan de múltiples formas, ya que la vitamina D ayuda al cuerpo a absorber calcio y es fundamental para el funcionamiento del sistema inmunitario y los procesos antiinflamatorios. 

Su déficit puede ocasionar osteoporosis, con debilidad en los huesos y dolor en los mismos, así como debilidad muscular.

Como hemos visto, si bien puede producir ciertos beneficios sobre la obesidad mórbida, lo cierto es que es una operación mayor con posibles complicaciones quirúrgicas y con consecuencias metabólicas que hacen aconsejable pensarse detenidamente este paso.