La acupuntura ha sido utilizada durante cientos y cientos de años en distintas partes del mundo. A pesar de la evidencia que sustenta su éxito en el tratamiento de una gran cantidad de enfermedades y su contribución al bienestar integral, muchas personas tienen prejuicio con esta terapia, restringiéndose únicamente a la medicina tradicional.

Esto significa que al día de hoy millones de personas se están perdiendo sus beneficios, simplemente porque no saben cómo trabaja, por qué se aplica y qué ventajas puede aportarles. 

La acupuntura es un arte de sanación muy antiguo y vale la pena conocerlo un poco más. investiguemos sobre una disciplina que ya cuenta con 2500 años.

Trabaja estimulando puntos específicos de la superficie de la dermis; estos son llamados “puntos de acupuntura”, y tienen grandes concentraciones de terminales nerviosos, mastocitos, capilares y vasos linfáticos. Todos ellos son capaces de disparar cambios bioquímicos y fisiológicos en el cuerpo, desde leves a radicales.

Cuando se inserta una aguja en un punto de acupuntura, se estimula el receptor sensorial y este a su vez estimula el nervio; el nervio transmite impulsos al sistema hipotalámico, pituitario y adrenal. Se trata de una reacción en cadena, un complejo sistema de interacciones entre el cerebro, las hormonas y las glándulas, que puede regular un gran número de procesos corporales.

Uno de los procesos más trabajados por los acupunturistas es la liberación de neurotransmisores y endorfinas, las hormonas analgésicas naturales del organismo. De hecho, se calcula que son 200 veces más poderosas que la morfina. Las endorfinas juegan un rol muy importante en el sistema nervioso, y es por eso que la acupuntura resulta efectiva en el tratamiento de dolores de espalda, artritis, síndrome pre-menstrual y hasta infertilidad.

Además el tratamiento es empleado para liberar sustancias que relajan el cuerpo y regulan la serotonina, una hormona que afecta las emociones. Otros efectos fisiológicos que brinda esta terapia son aumento de la circulación, descenso de la inflamación, alivio de espasmos musculares e incremento del número de linfocitos, lo que refuerza el sistema inmunológico. También es efectiva para reducir la ansiedad, por lo que puede significar una herramienta para bajar de peso, reduciendo la ansiedad hacia la comida.

Por otra parte esta terapia maneja la energía. El “Qi” es una palabra china que se podría traducir como “energía” y esta tiene un papel fundamental en la acupuntura.

En la medicina tradicional y moderna de China, el Qi es una metáfora de la función metabólica. Por ejemplo, el qi del corazón se refiere a las funciones del corazón y del sistema cardiovascular, mientras que el qi ancestral se refiere a la genética.

La medicina occidental maneja terminología basada en el latín pero a menudo se vale del lenguaje oriental. El término qi muchas veces es utilizado de manera incorrecta y se aplica en muchas esferas de actividad distintas.

Ser acupunturista requiere un largo y riguroso entrenamiento, la acupuntura hoy es un campo muy respetado dentro de la medicina. La mayor parte de los países exige un entrenamiento formal y certificación para trabajar en el área. Sobre todo Estados Unidos maneja estándares sumamente rigurosos. La mayor parte de los estados solicitan el cumplimiento de 3500 horas de educación formal en una escuela de acupuntura certificada.

Usualmente la preparación también implica hacer un Máster de 4 años en Acupuntura o en Medicina Tradicional Oriental. Además, para obtener la licencia es necesario pasar un examen teórico escrito y otro práctico en exámenes de carácter estatal o nacional. El entrenamiento incluye todos los aspectos de la medicina occidental y de la tradicional oriental.

Algunos acupunturistas desean continuar su formación con el grado de Doctor en Acupuntura y Medicina Oriental. Este es el título más alto disponible en EEUU y demanda 2500 horas adicionales.

La mayor parte de las personas pueden beneficiarse de esta terapia, más allá de su historial de salud y el físico. Sirve para sanar dolencias pero también para mantener el bienestar corporal, reforzar las defensas y aliviar el estrés. Eso sí, es importante que el acupunturista trabaje en combinación con el médico personal de cada paciente para coordinar juntos el tratamiento a seguir.

Más allá de sus resultados positivos, la acupuntura no es magia. La verdad es una forma de terapia y debe ser vista como tal. Igual que en otros tratamientos, sigue un plan de acción adaptado a las necesidades de cada paciente. A veces basta con un par de sesiones para aliviar problemas simples, y otras requiere un tratamiento a largo plazo para lidiar con condiciones de salud crónicas.