La papaya es una fruta tropical de la familia de las Caricáceas originaria de la América Central (Sur de Méjico) aunque se cultiva en otras partes del mundo.
Los arbustos de papayo producen el fruto, con una forma casi cilíndrica, grande, carnosa, jugosa de color verde amarillento por fuera y por dentro con numerosas semillas parietales de color negro.
La papaya contiene aproximadamente entre un 7 y 9 % en azúcares totales. Se consume principalmente como fruta fresca, en postre o ensalada. Los frutos maduros de papaya también se emplean para hacer bebidas frescas o bebidas suaves carbonatadas, helados, mermeladas, bolas o cubos enlatados con jarabe, fruta cristalizada, encurtidos y pulpa seca en dulce.
Este fruto tiene propiedades terapéuticas, principalmente para el tratamiento de trastornos gastrointestinales y como buen remedio de cicatrización bucal.
- Su valor calórico es bajo, fruta ideal en dietas de adelgazamiento.
- Gran aporte de potasio necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad de la masa muscular.
- Es una fuente muy importante de Vitamina C y Provitamina A.
- Ayuda a digerir las proteínas gracias a su contenido en papaína.
- Favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.
- Mejora el tránsito intestinal debido a su contenido en fibra.
Por 100 gramos de porción comestible
- Calorías: 26,5 Kcal.
- Hidratos de carbono: 6,3 g.
- Fibra: 1,9 g.
- Potasio: 211 mg.
- Magnesio: 8 mg.
- Provitamina A: 97,5 mcg.
- Vitamina C: 82 mg.
- Acido fólico: 1 mcg.
Dada su fragilidad la papaya debe ser manipulada con cuidado y además debe ser conservada en la nevera (puede durar hasta una semana). Pero si todavía está verde la podemos dejar a temperatura ambiente hasta que madure (cuando su piel se ponga amarilla). Si vemos que al pasar unos días no ha tomado este color, será que ha sido recogida demasiado pronto, así que podemos usarla a modo de verdura.