La vitamina D es la única que el cuerpo humano fabrica por sí mismo después de una exposición a los rayos ultravioletas del sol. Es diferente de las otras vitaminas por el hecho de que su influencia se extiende a todo el cuerpo: varios estudios han encontrado receptores de esta vitamina en una gran parte de las células del cuerpo, desde el cerebro hasta los huesos.

La vitamina D es un protector esencial para la salud de las personas. Una de sus ventajas es que forma parte del grupo de vitaminas solubles en grasa, por lo que puede disolverse y almacenarse en nuestros depósitos de grasa corporal.

La principal forma de generar vitamina D en nuestro organismo es a través de la exposición al sol. Sin embargo, debido al grave deterioro de la capa de ozono en las últimas décadas, el sol se ha considerado como un enemigo de nuestra piel. Debido a esto, el uso de protectores solares ha provocado una disminución de vitamina D en las personas, y el aumento en los casos de enfermedades óseas.

Los investigadores continúan descubriendo nuevos beneficios de la vitamina D, pero desde hace mucho está claro que es un nutriente vital. A continuación conozca 6 razones por las que debes aumentar tus niveles de vitamina D y aprende qué alimentos consumir para lograrlo.

Las enfermedades relacionadas con el corazón forman parte de las patologías más comunes en la población mundial, incluso es la primera causa de muerte prematura en el mundo.

Al tener bajos los niveles de vitamina D en el organismo, es mayor el riesgo de padecer ataques al corazón.  Específicamente se relaciona con la hipertensión arterial y el endurecimiento del ventrículo izquierdo del corazón y los vasos sanguíneos. La deficiencia de vitamina D también estimula la inflamación, una de las causas de enfermedades cardíacas. 

Si usted es una persona que no suele exponerse al sol a diario, puede utilizar un suplemento diario o añadir más alimentos ricos en vitamina D a su dieta, para llegar al nivel recomendado.

Los niveles óptimos de vitamina D en el organismo pueden prevenir o retrasar la aparición de la diabetes, además de reducir las complicaciones en las personas que ya han sido diagnosticadas con la enfermedad.

Los resultados de estudios anteriores han demostrado que la vitamina D podría reducir el riesgo de diabetes en un 25%.

Las personas con una reserva suficiente de vitamina D presentan un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 que aquellos que tienen niveles inferiores de este nutriente. También se ha comprobado una notable reducción en la incidencia de diabetes infantil, en niños con buenos niveles de vitamina D.

No sólo la vitamina C es ideal contra las infecciones respiratorias. Si buscas prevenir y protegerte contra los resfriados y la gripe, también es necesario mantener los niveles de vitamina D, así lo demostró un estudio reciente realizado en Estados Unidos.

Las personas con déficit de vitamina D tienen un 40% más probabilidades de tener  resfriados y gripes con frecuencia, en comparación con personas que mantienen niveles suficientes de vitamina D en la sangre. El estudio comprobó que las personas con enfermedades respiratorias como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema y asma, mantenían bajos niveles de esta vitamina. Incluso,  los pacientes asmáticos con niveles bajos de vitamina D tienen cinco veces más probabilidades de contraer resfriados.

Diversas investigaciones han demostrado que la vitamina D interviene en las funciones cerebrales, en la protección de las neuronas y en la reducción de la inflamación. Todo el sistema nervioso central y también el hipocampo, tienen receptores que procesan la vitamina D.

Este nutriente también actúa en las enzimas del cerebro y del líquido encéfaloraquideo, que son las que, en parte, se ocupan de la síntesis de neurotransmisores y del desarrollo nervioso.

En palabras más simples, todo el trabajo que realiza su cerebro, que no es poco, será más saludable si su organismo está provisto de una buena cantidad de vitamina D.

Los ancianos tienen mayor riesgo de fracturar sus huesos si llegan a caerse, ya que su sistema óseo se encuentra debilitado, por el bajo nivel de vitamina D en su cuerpo, debido a que no reciben mucho sol.

 Uno de los beneficios más importantes de la vitamina D es estimular la absorción intestinal del calcio y el fósforo, claves para el fortalecimiento de los huesos. Si llegase a faltar vitamina D en el organismo, podría provocar osteoporosis en adultos y raquitismo en los niños.

La carencia de este nutriente también afecta las piezas dentales, favoreciendo la formación de caries y el debilitamiento de los dientes.

La vitamina D es una hormona esteroide que actúa en el organismo como un bloqueador de células cancerígenas. La deficiencia de vitamina D aumenta el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como colon, mama, ovario o próstata. Además se han realizado investigaciones que demuestran que elevadas dosis de esta vitamina pueden matar células cancerígenas.

La vitamina D se encuentra, principalmente, en los siguientes alimentos: Salmón, atún, leche, leche de soja y de almendras, yogurt, cereales, la yema del huevo, queso.

Actualmente puede conseguir en el mercado alimentos enriquecidos con vitamina D, ideales para la alimentación de niños y ancianos sobretodo, ya que contribuyen a la formación y fortalecimiento de los huesos. 

Con exponerse a la luz solar sólo durante diez minutos al día, será suficiente para que su cuerpo produzca la vitamina D necesaria. Preferiblemente entre las 8.00 y 10.00 de la mañana, o entre 4.00 y 6.00 de la tarde, cuando los rayos UV no son tan intensos.  Las personas de piel más oscura necesitarán una exposición un poco más prolongada. Los expertos señalan que el uso de filtros solares puede bloquear la producción de vitamina D.