¿Sabías que el polen de abejas es uno de los elementos naturales más poderosos que existen? Contiene grandes propiedades para curar diversas dolencias, y aunque actualmente se utiliza en el mundo entero, algunas personas desconocen sus virtudes. 

Contiene casi todos los nutrientes que necesitan los seres humanos, incluso muchos de los que no aportan los alimentos de origen animal.

Está hecho por abejas mieleras y es la sustancia con que se alimentan los insectos jóvenes; una sola cucharada implica el trabajo de una abeja por 1 mes durante 8 horas diarias. El polen es rico en proteínas (aproximadamente, el 40% de su composición), vitamina B, ácido fólico y aminoácidos.

El polen de abeja ha sido incluido dentro de las listas de alimentos energéticos más recomendables. Por otra parte, puede ser empleado medicinalmente para ayudar a sanar una gran cantidad de anomalías. Conozcamos todas sus propiedades.

• Eleva la energía: el amplio abanico de nutrientes que se encuentra en el polen, lo hace un energizante natural. Sus carbohidratos, proteínas y vitamina B ayudan a mantenerte activa durante todo el día sin sentir fatiga.
  
  
• Alivia irritaciones dérmicas: a menudo, este producto natural es agregado en cosméticos y remedios de aplicación externa para tratar inflamaciones, soriasis, eccemas y otras irritaciones comunes en la dermis. Además, sus aminoácidos y vitaminas estimulan la regeneración celular.
  
  
• Previene enfermedades respiratorias: el polen aporta muchos antioxidantes que surten efecto desinflamatorio en el tejido pulmonar, previniendo ataques de asma y problemas de sinusitis.
  
  
• Es útil para tratar alergias: el alimento fabricado por las abejas reduce la presencia de histamina en el organismo, aliviando las alergias. Un médico de Colorado, Estados Unidos, constató que el 94% de sus pacientes se libraron totalmente de los  síntomas de alergia tras haber sido tratados con ingestas de polen.
  
  
• Facilita la digestión: el polen no solo aporta nutrientes importantes (vitaminas, minerales, proteínas) sino que también contiene enzimas que ayudan a la digestión. Estos elementos logran que el organismo asimile los nutrientes provenientes de la comida.
  
  
• Refuerza el sistema inmunológico: este producto de la naturaleza es beneficioso para la flora intestinal y sostiene las defensas del organismo. El polen de abeja tiene propiedades antibióticas que previenen las infecciones. Además, sus numerosos antioxidantes protegen las células de la oxidación que provocan los radicales libres.
  
  
• Ayuda a tratar adicciones: a menudo el polen se utiliza para sanar adicciones y evitar la ansiedad porque suprime los impulsos. Es útil para las personas que desean perder peso, ya que disminuye el deseo de darse atracones.
  
  
• Mejora el sistema cardiovascular: sus grandes cantidades de rutina (un bioflavonoide antioxidante) refuerzan los capilares y vasos sanguíneos. Sus poderes anticoagulantes previenen los ataques  cardíacos fulminantes. Incluso el producto colabora con los problemas circulatorios y reduce los niveles de colesterol LDL.
  
  
• Alivia problemas de la próstata: los varones que sufren de hiperplasia benigna en la próstata pueden aliviar los síntomas más frecuentes consumiendo polen, como por ejemplo, la inflamación y las fuertes ganas de orinar.
  
  
• Estimula la fertilidad: el polen de abeja restaura la función de los ovarios, y por ende puede contribuir al embarazo. Además, como dispara las hormonas resulta un potente afrodisíaco.

El polen actúa más rápido si se lo consume durante las comidas, especialmente con frutas, porque ayuda a limpiar la flora intestinal. 

Aconsejamos tomar una cucharada llena en el desayuno junto con un trozo de fruta, ya que sus fibras hacen más efectiva la acción del polen. 

Es interesante saber que los apicultores pueden sacar el polen de los nidos sin alterar la rutina de las abejas ni dañarlas.