Cuando necesitamos incluir más proteínas en nuestra alimentación, pero no queremos que eso se convierta en un incremento de peso, ni en un aumento de las calorías que ingerimos, podemos encontrarnos con algunas dificultades.

Si bien la mayoría de los productos con alto contenido proteico son de origen animal, también los hay vegetales, con una alta proporción proteica, de manera que si es usted vegetariano, no tiene porqué preocuparse por encontrar las suficientes proteínas para su dieta.

La Administración Estadounidense de Alimentos y Medicamentos, considera que un alimento es rico en proteínas cuando su contenido se encuentra alrededor del 20% del valor diario recomendado, que en una mujer adulta es de aproximadamente 10 mg.

Uno de los más equilibrados: tres lonchas de pollo sin grasa contienen algo más de 10 gr. de proteínas, pero sólo algo menos de 50 calorías.

En una porción o taza de este queso bajo en grasa encontraremos 15 gramos de proteínas, pero sólo 104 calorías.

Nos estamos refiriendo a varios tipos de alimentos marinos como el rape, el atún, el pez reloj, la sepia, las almejas, y los cangrejos de río. 

Es decir, propiamente no todos son mariscos. Sin embargo, todos comparten una característica: son ricos en proteínas pero no tienen muchas calorías en proporción.

Por ejemplo, 100 gramos de atún contienen 22 gramos de proteínas, pero sólo 99 calorías. En comparación, el salmón, en 100 gramos contiene 32 gramos de proteínas pero el triple de calorías que el atún.

Hay que tener en cuenta, además, que los mariscos y pescados pueden tener más colesterol del deseable para nuestra dieta. 

Así, por ejemplo, 100 gramos de cangrejos de río, aunque contienen 13 gramos de proteínas, contienen 91 mg de colesterol, es decir, casi un tercio de la cantidad diaria recomendada.

Si usted es vegetariano, puede encontrar una de las muchas opciones vegetales de proteínas en la soja (no transgénica). 

Edamame es una de las más conocidas y en 100 gramos contiene 12 gramos de proteínas y sólo 120 calorías. Además, está libre de colesterol.

Sólo asegúrese de que no es transgénica: se ha comprobado que sus beneficios son exiguos, cuando no inexistentes.