Esas pequeñas y tentadoras frutas rojas con forma de corazón –las frutillas o fresas- no solo son sabrosas sino que también aportan una gran cantidad de nutrientes. Por eso constituyen un alimento poderoso para tu organismo. 

Libres de colesterol, grasas saturadas y bajas en sodio, contienen ácidos grasos beneficiosos y variadas vitaminas (A, E, K y todas las B).

Por si fuera poco, son versátiles y puedes disfrutarlas en helados, batidos, jugos o ensaladas de fruta. Aquí veremos algunas razones por las cuales deberías ir pensando en incorporar frutillas a tu dieta cotidiana.

• Son buenas para el corazón: los nutrientes esenciales de esta fruta (especialmente los antioxidantes y flavonoides) previenen la formación de colesterol malo, el cual tapona las arterias. Además poseen propiedades antiinflamatorias. Por todas estas razones, son excelentes para mantener la salud cardíaca.
  
  
• Mejoran la memoria: las fresas incluyen un tipo de flavonoide natural llamado fisetina, que estimula las señales nerviosas y mejora el funcionamiento de la memoria. Según un estudio publicado en los Anuarios de Neurología, comer 2 porciones de frutillas por semana ayuda a retardar el declive de la memoria en mujeres mayores.
  
  
• Refuerzan el sistema inmune: este alimento te protege de infecciones y refuerza el sistema inmunológico, gracias a sus altas dosis de vitamina C. Con solo 1 taza de fresas cubres la Dosis Diaria Recomendada del nutriente.
  
  
• Alivian la constipación: como son ricas en fibra, las fresas estimulan la actividad intestinal. Por otra parte, este elemento controla el azúcar en sangre y previene la diabetes. Es importante destacar que las frutillas tienen un bajo índice glucémico.
  
  
• Mejoran el aspecto de la piel: los antioxidantes y la vitamina C propios de las frutillas ralentizan el proceso de envejecimiento y mantienen la dermis sana, sin arrugas por mucho más tiempo. Incluso son una fuente natural de ácido salicílico, que ayuda a reducir el acné. Por eso son perfectas para usarlas en una mascarilla facial.
  
  
• Previenen el cáncer: ciertos antioxidantes presentes en las fresas, como la luteína, suprimen el crecimiento de células cancerosas. Además, la vitamina C contribuye a que el sistema inmune luche contra las células malignas.
  
  
• Ayudan a formar masa ósea: como contienen potasio, manganeso y algunos minerales esenciales, la fruta promueve el crecimiento de los huesos y los mantiene sanos. Así, las frutillas constituyen un alimento fundamental para los niños.
  
  
• Ayudan a bajar de peso: 1 taza de fresas aporta solo 53 calorías. Como son ricas en fibra, brindan sensación de saciedad, llevándote a comer menos. Incluso, la vitamina C acelera el metabolismo para que quemes la grasa corporal rápidamente.
  
  
• Embellecen el cabello: el ácido fólico y las vitaminas B5 y B6 de las frutillas refuerzan las fibras capilares, previniendo la caída del cabello. Además, el magnesio y el cobre previenen la caspa y los hongos. Un buen método para la belleza capilar es usar una mascarilla de fresas.
  
  
• Son buenas para las embarazadas: gracias a sus folatos, garantizan el desarrollo cerebral y de la médula espinal de los niños por nacer. Constituyen un excelente alimento para prevenir defectos congénitos.