Siempre pasa con algún alimento que está de moda. Alguien escribe una investigación en la que explica que tal alimento es malo para la salud y la gente empieza a asustarse en relación a ese alimento. Y nadie lo vuelve a comer.

Pasó con los huevos, con la grasa, con la sal. Ahora llegó el momento de la soya. Recientemente se han escrito varios estudios en los que se culpa a la soya por el cáncer de seno, por afectar hormonas y por afectar el funcionamiento de la glándula tiroides.

Pero ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Tan mala es la soya para nuestro cuerpo o son todas mentiras? En este artículo intentaremos llegar al fondo del asunto.  

La tiroides es una glándula endocrina, la cual se encarga de crear y mantener algunas hormonas del cuerpo, además de controlar muchas de las actividades metabólicas en el mismo.

En su momento surgió el rumor de que la soya afectaba la tiroides, pero estudios realizados han demostrado que no afecta a esta glándula en lo más mínimo.

Sin embargo, los científicos de la salud siguen estudiando y buscando alguna relación entre la soya y la tiroides. Aquí aplica el mismo sabio consejo: comer soya en moderación.  

La soya contiene mucha cantidad de fitoestrógenos. Estos compuestos químicos funcionan dentro del organismo de forma muy parecida que el estrógeno en sí (de ahí su nombre).

El estrógeno es una hormona esencial para el funcionamiento tanto de hombres como de mujeres pero en grandes cantidades puede crear un desbalance hormonal.

Por lo tanto estos fitoestrógenos consumidos en la soya tienen sus ventajas y desventajas para la salud.

Por un lado, éstos componentes ayudan a disminuir el riesgo de osteoporosis, problemas cardíacos, cáncer de seno y síntomas de la menopausia, según estudios realizados por la comunidad científica. Por otro lado, son conocidos también por afectar negativamente el sistema endocrino.

Al mismo tiempo, la forma que afectan a una persona depende de varios factores desde su estado de salud hasta la edad.

La realidad es que hay personas que tienen alergias a la soya, entonces debes tener cuidado, como sucede con cualquier otra alergia. Pero es muy poca la población que la tiene. 

Lo que usualmente pasa es que hay bebes que son alérgicos, pero a medida que van creciendo, ésta desaparece. 

Hasta el momento los estudios han demostrado que la soya no genera cáncer de seno. Sin embargo, el estrógeno juega un papel muy importante en este tipo de cáncer y como la soya es una fuente importante de fitoestrógenos, los científicos están buscando actualmente si existe algún tipo de relación.

La conclusión hasta el momento, según los estudios hechos, es que la cantidad de fitoestrógenos contenidos en la solano interviene en la formación de este cáncer.

El consejo a seguir en base a esto, es comerla en moderación y entera (ejemplo: Tofu) no soya procesada (ejemplo: milanesa congelada de soya).