Es muy fácil abrir el botiquín y tomar algún medicamento cuando tienes algún problema de salud, ya sea un dolor de cabeza o una molestia estomacal. Sin embargo, si quieres vivir un estilo de vida más sano puedes empezar a curarte y aumentar tu salud simplemente con lo que tienes en la alacena. Usando ciertas especias (cuya efectividad viene siendo probada por siglos de uso) puedes mantener alejadas las dolencias al menos en la fase inicial.

Veamos una pequeña lista de especias y sus propiedades, como así también cómo prepararlas e incluirlas en la cocina de todos los días, nutriendo tu cuerpo y espíritu. 

Invertir en un buen surtido de especias naturales es una de las mejores medidas que puedes tomar con respecto al dinero. Eso sí, ten en cuenta que debes consumir todo lo más fresco posible para garantizar los efectos beneficiales.

• Pimienta de Cayena - para resfríos: los pimientos picantes, como los de Cayena, contribuyen a limpiar los senos paranasales y aumentan la temperatura corporal, para que sudes. Calentando el cuerpo y estimulando la circulación, la pimienta logra remover las mucosidades de las vías respiratorias. Así se convierten en un arma efectiva contra el resfrío común. Además, es una de las fuentes naturales más importantes de vitamina C. Combínala con ajo para aumentar su poder.
  
  
• Cúrcuma - para dolores e inflamaciones: la curcumina no solo da a la cúrcuma su brillante color amarillo, sino que también es uno de los agentes antiinflamatorios más eficaces que existen. Ayuda a aliviar la hinchazón de las articulaciones, la artritis, los dolores de cabeza, la resaca (pues posee antioxidantes que protegen el hígado de toxinas). Puedes utilizarla en el té agregando una cucharada, en cápsulas o en polvo sobre la paella, como un buen sustituto del azafrán.
  
  
• Gengibre - para náuseas: desde hace siglos, los asiáticos lo utilizan para aliviar enfermedades gastrointestinales y náuseas. De hecho fue utilizado en pruebas de mareo con marineros. Sobre todo, el jengibre es útil para los vómitos durante el embarazo, como una vía natural para abordar el problema sin consumir medicamentos con efectos secundarios. Puedes utilizarlo seco en panificados, granola y mezclas de frutas secas para llevar en el camino, evitando mareos en la ruta.
  
  
• Canela - para contracciones menstruales: ya los chinos empleaban cascas de canela para tratar las contracciones menstruales. La canela también reduce las inflamaciones y es rica en antioxidantes. Al igual que la pimienta de Cayena, eleva la temperatura corporal, lo que brinda un efecto calmante durante los momentos de fuerte dolor. Si bien las cascas se conservan más tiempo, son menos poderosas que la canela en polvo. Agrégala a tu avena, panqueques, batidos y té.
  
  
• Comino, clavo, nuez moscada y cardamomo - para problemas digestivos cotidianos: estos ingredientes entibian el organismo con mayor temperatura y por eso ayudan a la digestión. Agregando tan solo ½ cucharada a tus sopas, batidos o licuados con leche, harás que tu cuerpo procese mucho mejor los alimentos. Una buena idea para evitar los atracones es comer una tarta de manzana con las especias. El comino ayuda a evitar ataques de hambre.
  
  
• Tomillo - para tos y bronquitis: desde la Antigua Grecia, el tomillo se utiliza para tratar afecciones respiratorias. Congestión de pecho, bronquitis y tos se verán aliviados con esta hierba, tanto fresca como seca. El tomillo en estado natural queda muy bien con carnes asadas; y seco, puede ser agregado a garbanzos, palomitas de maíz o cualquier otro snack casero y saludable. Recuerda que las hierbas disecadas duran mucho más tiempo en la alacena.
  
  
• Granos de pimienta - para sinusitis: tal como sucede con la de Cayena, los granos de pimienta son excelentes para destapar los conductos nasales. En especial, la pimienta negra contiene químicos que interrumpen la actividad de las membranas mucosas. Además, estos granos descongestionan los intestinos y por eso resultan ideales para cuando se sufre de gases. Puedes preparar un té hirviendo algunos granos con agua; o combinarlos con caldo de hueso cuando tengas un resfrío.