Esos imparables ataques de hambre que la mayoría de las personas suele tener alguna vez, pueden arruinar los esfuerzos que estamos haciendo para adelgazar. Por eso resulta fundamental que podamos controlar nuestro apetito, llevando la dieta más fácilmente.

Todo el mundo quiere saber cómo hacer para frenar esos molestos ruidos estomacales que nos hacen pensar en comida. A continuación te daremos un par de técnicas muy simples para dejar atrás ese gran obstáculo que te aleja de una dieta exitosa. Básicamente se trata de descansar bien, hacer ejercicio y comer determinados alimentos: la fórmula perfecta para una vida sana y un cuerpo esbelto.

1. Hacer ejercicio regularmente

Seguramente sabes que la histamina es la sustancia que provoca las alergias al polen o al polvo. Pero ¿sabías que este elemento también contribuye a reducir el apetito? Existen alimentos que contienen histidina (una fuente natural de histamina) como por ejemplo, el pescado.

Sin embargo la forma más sencilla de generar esta sustancia es masticar más la comida. Cuando nos tomamos más tiempo para triturar cada bocado, el cerebro recibe señales que estimulan la presencia de histamina, reduciendo naturalmente tus ganas de comer. Ahora no es tan mala como parece ¿verdad?

  3.  Dormir lo suficiente

¿Sabías que la cantidad y calidad de las horas de sueño nocturno afectan nuestra capacidad de controlar el apetito? La falta de descanso nos vuelve más vulnerables a las enfermedades, e incluso puede acarrear problemas de salud a largo plazo.

Cuando dormimos el organismo genera leptina, una hormona que actúa sobre la insulina ayudando al cuerpo a quemar células grasas y dándonos sensación de saciedad. Si no acumulamos suficientes horas de sueño, no tendremos los beneficios de esta sustancia.

Además, a medida que bajan los niveles de leptina aumentan los de grelina, una hormona que incrementa la sensación de hambre, volviendo cada vez más difícil el control del apetito. Una manera de fomentar el buen hábito del descanso es tratar de acostarse todos los días a la misma hora y procurar descansar al menos 8 horas diariamente.

  4.  Incrementar los niveles de serotonina

Existen neurotransmisores que contribuyen a regular el apetito, entre ellos la serotonina. Mantener los niveles de esta hormona bien altos es fundamental para adelgazar con éxito. Puedes incorporarla fácilmente, eligiendo alimentos ricos en aminoácidos (especialmente, en triptófano). El germen de soja, el pescado graso y el arroz integral son una fuente importante de este nutrimento.

  5.  Usar el sentido del olfato

Aunque parezca increíble, algunos aromas provocan que el cerebro despida ciertas hormonas útiles para refrenar el apetito. Un ejemplo es el olor natural del olivo. Asimismo debes evitar oler tus comidas favoritas para no verte tentada de darte un atracón. El simple aroma de un plato tentador despertará la alarma de tu estómago.