A la hora de cocinar, podemos emplear una serie de pequeños trucos para reducir las calorías de nuestras comidas, al mismo tiempo que disminuimos la cantidad de colesterol de los mismos.

Eso es lo que vamos a explicar en este breve artículo, añadiendo, además, diversificación de alimentos y uso inteligente de los aceites para cocinar.

Aceite de Perilla:

Es considerado de excelente calidad y es una fuente muy rica del ácido graso omega-3 alfa-linolénico (ALA): cerca del 50-60% es ALA, y éste compite con el colesterol por su absorción celular, de manera que indirectamente, reduce el nivel de colesterol que nuestro cuerpo asimila.

Aceite de Oliva:

El secreto del efecto dietético del aceite de oliva para la dieta se encuentra en su contenido de ácido oleico, el cual ayuda a reducir el colesterol malo. 

Lo importante acerca de cocinar con aceite de oliva es que se debe usar en frío, como para ensaladas o para dar un toque final a nuestros platillos. Esto se debe a que se oxida más rápido que otros aceites bajo el fuego.

Podemos utilizar aceite en aerosol, para reducir la cantidad de aceite que ponemos en la sartén y así, sólo usamos el mínimo requerido.

También podemos utilizar especias y hierbas que dan mucho sabor a nuestros platillos para evitar sazonarlos con más aceite.

Intentemos preparar platillos con métodos de cocción que no requieran mucho aceite, como asado, al vapor, a la plancha, en salsa de tomate o al ajillo.

Reducir al mínimo el contenido de aceite de fritura en el alimento:

Si usamos para extraer nuestros alimentos fritos, una malla metálica a manera de colador, se escurrirá el exceso de aceite.

Nunca reutilicemos el aceite de freír:

Debemos cambiarlo tan pronto como cuando empiece a oscurecerse, porque en él se encuentran resididos quemados del aceite perjudiciales para la salud.

Absorber el aceite de los alimentos fritos con papel de cocina:

Si eliminamos los restos de aceite que queda sobre los alimentos fritos, podemos lograr reducir la cantidad de calorías asociadas al aceite.

Con estos sencillos ejemplos de cocina práctica, hemos podido observar cómo podremos rebajar de una forma apreciable la cantidad de grasas que ingerimos, con lo que reforzaremos nuestra dieta. Y no es difícil llevarlos a cabo, así que téngalos en cuenta.