La mayoría de los especialistas en la salud recomiendan comer mucha fibra a través de los alimentos que son ricas en ellas, como lo son las frutas, los granos enteros y las verduras, especialmente las de color verde. Al ingerir este tipo de alimentos se ayuda a reducir los niveles de colesterol, se previene el estreñimiento y de todas las posibles enfermedades que pudieras padecer.

Sin embargo, con el avanzar de las ciencias algunos investigadores han intentado desvalorar todos los beneficios que tienen las fibras, realizando varios estudios donde se desglosan sus propiedades, te comentaremos un poco de sus conclusiones. 

Se entiende por fibra un ingrediente presente en los alimentos que contienen carbohidratos, que no puede ser digerido por el hígado, quien lo devuelve y lo convierte en otros nutrientes para que el cuerpo pueda procesarlo. La fibra puede ser clasificada en dos partes, la primera es la soluble que puede ser disuelta en agua y es catalogada como positiva y la otra es la insoluble que es más complicada de asimilar.

El cuerpo humano está formado en su mayoría por bacterias, que pueden ser buenas y malas, la mayoría de estas viven en el intestino y se puede decir que tienen una relación recíproca y muy buena con el cuerpo, es decir, que estas realizan algunas funciones el cuerpo humano no puede hacer por su cuenta y son de suma importancia cuando se trata de estar saludables, perder peso, de controlar el azúcar en la sangre y hasta controlan un poco tu sistema inmunológico.

Se relacionan directamente con las fibras porque este es el ingrediente principal de cual se alimentan, si no consumes suficientes fibras, estas bacterias consideradas buenas, no tendrán como alimentarse para ayudarte y seguir el proceso natural. 

Las bacterias producen nutrientes para el cuerpo, incluyendo los ácidos grasos, como acetato, propionato y butirato, de los que el butirato parece ser el más importante porque es el encargado de alimentar a las células en el colon, lo que lleva a la reducción de la inflamación en el intestino y mejoras en diversos trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. 

Existen algunas fibras que son buenas y recomendadas cuando buscas perder peso, estas son las que están llenas de agua y pueden ser disueltas por el intestino creando un efecto de saciedad en el cuerpo.

Algunas de ellas son: El coliflor, las manzanas, los frijoles, las bayas, naranjas, peras, higos, arvejas, coles de brusela, zanahorias, brócoli, ciruelas pasas, lechuga, champiñones, calabaza, nabos  y las acelgas.

Los estudios también han demostrado que si consumes un poco de fibra puedes reducir la azúcar en la sangre para aquellos que son diabéticos, esto puede ser usado cuando se comen alimentos ricos en carbohidratos que podrían disparar los niveles de azúcar, así que puedes considerar comer un poco de fibra como un truco, pero lo mejor es que no consumas carbohidratos si presentas problemas con la azúcar. 

De igual forma se demostró  que, consumir fibra puede ayudarte a reducir los niveles de colesterol, no drásticamente, pero si un poco y de igual forma estarás colaborando con la prevención los ataques del corazón. 

Al consumir el tipo de fibra que se puede disolver, se ayudará a las heces a aumentar su tamaño y su velocidad de movimiento, para que puedan despejar el intestino de forma rápida, y así sentirte mejor. Si sufres de este problema, ya sabes que puedes consumir alimentos ricos en fibra para ir limpiando tu cuerpo poco a poco de la forma más natural posible. 

La fama que se ha ganado la fibra de ser muy buena para el cuerpo humano es completamente cierta y bien valorada, ya que puede ayudar a mejorar todo el cuerpo, con tan solo consumir unos 30 gramos de fibra al día y la variedad de alimentos que puedes encontrar con este ingrediente son muy variadas. Así que la mejor opción sigue siendo consumir frutas y verduras frescas para obtener las mejores vitaminas y nutrientes de estos ricos alimentos naturales que te ayudarán a mejorar tu estilo de vida y a seguir una dieta balanceada.