¿Piensas que porque estás haciendo régimen te tienes que privar de uno de los alimentos más ricos del mundo? ¡Nada de eso! Si quieres comer chocolate y no engordar en el intento, simplemente tienes que tener cuidado de cuál elegir y cómo consumirlo. Aquí te daremos los tips básicos para disfrutar del chocolate sin perder tu figura.

Este alimento está hecho con diversos ingredientes, pero los principales son cacao, leche, azúcar y aceite. Si eliges un chocolate con un porcentaje bajo de cacao, seguramente tendrá más grasa y azúcar y por ende, será menos saludable. Trata de seleccionar aquel que esté hecho de al menos 70% de cacao.

Las cifras lo dicen todo. Mientras que un chocolate de estas características contiene 29% de azúcar, el chocolate de 34% cacao tiene 40% de azúcar. Por su parte, el chocolate blanco con baja proporción de cacao también contiene una cantidad de azúcar interesante. De todas maneras, es importante prestar atención al cacao en sí mismo por las ventajas nutricionales que aporta.

Esta planta contiene muchísimos elementos beneficiosos para la salud. Por ejemplo, tiene antioxidantes que retrasan el envejecimiento celular; flavonoides, que bajan la presión sanguínea y mejoran el sistema cardiovascular en general; feniletilamina, sustancia que ayuda a liberar endorfinas (las hormonas del “buen humor”), que te hacen sentir bien.

El cacao también posee triptófano, un elemento que estimula la secreción de serotonina, una de las hormonas que nos permiten relajarnos y dormir bien; incluso contiene minerales esenciales como magnesio, manganeso, potasio, zinc, cromo y cobre.

Un chocolate de calidad y más saludable, no tiene que tener un gran porcentaje de azúcar. Lee la etiqueta para asegurarte de que tampoco contenga jarabe de maíz de alta fructosa (que es azúcar refinada, muy dañina para la salud y súper calórica), aceite o manteca hidrogenados y de origen vegetal, así como colorantes o aromatizantes artificiales.

Una buena precaución para liberarte de los agentes nocivos es comprar chocolate orgánico. Así te asegurarás de no estar consumiendo ningún tipo de agroquímico o ingrediente modificado transgénicamente.  También debes alejarte del chocolate con leche, porque evita que el cuerpo incorpore los antioxidantes propios del cacao.

Las frutas cubiertas con chocolate son una de las formas más adecuadas para disfrutar de algo rico sin alterar nuestro peso corporal. Hacerlo es muy fácil: tienes que lavar, pelar y cortar las frutas en trozos pequeños y sumergirlas en el chocolate previamente derretido. Luego colócalas unos minutos en el refrigerador y ¡listo!

Por otro lado ¿quieres disfrutar del chocolate todos los días? Entonces, te servirá la estrategia de trozar la barra en partes pequeñas y comer una cada día. Recuerda que no por tener 70% de cacao, el chocolate no aporta calorías.

Finalmente, si adoras el chocolate caliente te recomendamos preparar la bebida con agua y no leche, para hacerla menos pesada. Añade una rama de canela y esencia de vainilla para incrementar el sabor.