Actualmente se habla mucho de los “superalimentos”. ¿Qué son exactamente? Pues bien, se trata de comidas que son ricas en toda clase de nutrientes (vitaminas, minerales, electrolitos y aminoácidos) y que ayudan al cuerpo a matenerse sano y combatir enfermedades, pero que al mismo tiempo pueden aportar menos calorías que otros alimentos. Nutren tu cuerpo ayudándote a cuidar la línea, aportándote salud, mejorando tu humor, dándote sensación de bienestar e incrementando tu energía.

A continuación detallaremos un breve listado de comidas que brindan estos beneficios, explicando cómo incorporarlas. Ten en cuenta que el acaí, jalea real, miel, propóleo, polen, fitoplancton marino, aloe vera y toda clase de algas están incluidos también entre los alimentos poderosos aunque no veremos su uso.

Polvo de maca: la maca es una raíz peruana que en el mercado internacional suele comercializarse seca, como un polvo. Ayuda al balance hormonal, aliviando los síntomas del síndrome pre menstrual y la menopausia en las mujeres, y mejorando la fertilidad en los varones. Además, contribuye a aliviar el estrés, aumenta la líbido, incrementa la fuerza muscular y la performance durante la actividad física.

Por otra parte, este alimento aporta calcio, fósforo, magnesio, potasio, hierro, zinc, selenio, vitaminas B, C, y E. El conjunto poderoso de minerales es excelente para luchar contra la anemia, la fatiga, la depresión, la memoria poco eficiente, la tuberculosis y la desnutrición. Puedes consumir el polvo de maca agregándolo a los cereales del desayuno, batidos, jugos y postres.

Cacao orgánico puro: los granos naturales de cacao o el polvo (no el chocolate industrializado lleno de azúcar y grasa que encuentras en el supermercado) constituyen un superalimento pleno de beneficios. Ayuda a perder peso, brinda alta energía y estimula la liberación de serotonina en el organismo, lo que mejora el humor y reduce la ansiedad.

Nutricionalmente, el cacao orgánico puro aporta antioxidantes, magnesio, hierro, cromo, manganeso, zinc, cobre, fósforo y vitamina C. Empléalo para hacer postres más sanos sin tanto azúcar, como un añadido a los batidos y en cualquier receta cotidiana de tu dieta, aprovechando todos sus beneficios.

Semillas de chía: si quieres limpiar tu tracto digestivo, desintoxicar tu organismo y mejorar tu sistema inmune, nada mejor que las semillas de chía. Se trata de una proteína completa altamente rica en fibra, antioxidantes, ácidos grasos esenciales Omega 3 y 6, vitamina C, potasio, calcio, hierro, fósforo y manganeso.

Se calcula que solo 1 cucharada de este alimento aporta 5 gramos de fibra. La mejor manera de consumirlo es dejar las semillas remojadas en agua hasta que formen un gel, que luego puedes agregar a tus batidos, jugos y cereales del desayuno. Para disfrutar al máximo, sumerge la chía en agua de coco o zumo de frutas. De esta manera incrementarás tu ingesta de fibra y llevarás todos los desechos hacia el intestino.

Coco: bajo formas naturales (el agua, la carne, el aceite y la manteca) constituye un alimento y a la vez una bebida sumamente saludable. El agua dentro de los cocos verdes funciona como una bebida isotónica repleta de electrolitos como el potasio, perfecto para la rehidratación. Por otra parte, esta agua brinda efectos antivirales y aporta kinetina, una sustancia anti-envejecimiento.

La pulpa del coco es rica en fibras, proteínas y grasas saturadas. Está comprobado que la grasa saturada proveniente de este alimento refuerza el sistema inmune, mejora la piel, el funcionamiento de la tiroides y del sistema nervioso. A su vez, el aceite y la manteca de coco son productos ideales para cocinar puesto que no alteran sus propiedades expuestos a altas temperaturas, lo que no sucede con otros tipos de aceites.

Además de en la cocina, puedes emplear el aceite de coco directamente sobre tu piel para mantenerla bien hidratada. Si aún no te convenciste, déjanos agregar que el producto tiene un precio muy accesible.

Spirulina: es un alga verdeazulada que crece en lagos de agua alcalina. Aporta energía, mejora la fuerza muscular, ayuda a luchar contra la anemia y estimula la buena absorción de nutrientes en el organismo. Se calcula que está hecha en un 65% de proteínas completas, sin nada de colesterol. También aporta antioxidantes, clorofila, hierro, betacaroteno, ácidos grasos Omega 3 y 6.

Puedes incorporarla como polvo (es la forma más conveniente, pues así tu cuerpo la absorbe directamente) añadida en tus batidos y jugos; también puedes consumirla en tabletas. La dosis diaria dependerá de tu alimentación, tu nivel de actividad física y tus necesidades energéticas.

Bayas Goji: son un fruto que crece en Asia y América pero que actualmente se exporta a todo el mundo. Aportan proteínas, aminoácidos, toda clase de vitaminas B, C y E. Además son extremadamente ricas en antioxidantes, que te protegen del daño provocado por los radicales libres, evitando el envejecimiento prematuro. Por otra parte, mejoran la visión y el rendimiento sexual,  aumentan la líbido y refuerzan el sistema inmunológico.

Según los expertos, de todos los frutos rojos que existen estos son los más poderosos nutricionalmente hablando. Puedes agregar bayas Goji a tus batidos, a los cereales del desayuno, las ensaladas o en postres.

Semillas y aceite de cáñamo: una de las fuentes de proteína más completas que existen. Incluso están repletas de enzimas y elementos que brindan mucha energía. Fósforo, potasio, magnesio, calcio, hierro, manganeso, zinc, sodio, cobre y aminoácidos son solo algunos de los nutrientes que poseen.

Sus ácidos grasos esenciales Omega 3, 6 y 9 estimulan las funciones cerebrales y representan un cosmético natural. También fortalecen las defensas, poseen acción antiinflamatoria y contribuyen al balance nutricional. Puedes emplear el aceite de cáñamo para aderezar las ensaladas, y agregar las semillas en cereales, frutas, batidos y vegetales.

Semillas y aceite de lino: se trata de un excelente recurso para obtener ácidos grasos esenciales Omega 3, un elemento que el cuerpo no puede producir naturalmente pero que resulta esencial para la salud. El lino aporta cantidades equilibradas de Omega 3 y 6, ayudando a la función cerebral, la producción de energía, la transmisión de oxígeno a las células y el rendimiento del sistema inmune.

Los ácidos grasos luchan contra la inflamación y previenen muchas condiciones degenerativas, como los ataques cardíacos y la alta presión arterial.