La depresión y la ansiedad pueden agotarte; incluso pueden interferir en algunas de tus actividades cotidianas; como manejar, trabajar, socializar, entre otras. Los sentimientos pueden ser tan intensos que ni siquiera puedes entender cómo se siente vivir con ansiedad o depresión hasta que lo hayas experimentado por ti mismo.
Antes de encontrar una solución pueden pasar días, meses o años; así que, en caso de tener alguno de estos sentimientos, te presentamos algunos consejos que pueden ser útiles en situaciones de este tipo:
En ocasiones la vida no es 100% felicidad, tiene altas y bajas, que no son más que un orden natural de las cosas; el sufrimiento aparece cuanto intentas luchar contra este orden al querer sentirte feliz constantemente; cuando descubres que la vida no cumple con tus expectativas de felicidad puedes sentirte decepcionado, ansioso o deprimido.
Una sugerencia es ser realista al aceptar la vida como es, apreciando los momentos bajos y altos; sin perder de vista el amor que se encuentra por debajo de todo.
Si no estuvieras tan incómodo con tus circunstancias actuales, simplemente seguirías viviendo una vida poco satisfactoria. ¿Quién sabe hasta cuándo podrías seguir sintiendo dolor o incomodidad? Tal vez otro año, tal vez el resto de tu vida.
Por fortuna, tu cuerpo, mente y emociones están salvando el día mostrándote que algo necesita cambiar para poder mejorar. Tu dolor te está dando la oportunidad de hacer el cambio ahora.
TODOS sienten dolor, TODOS se sienten incómodos a veces; no eres el único, eres un ser humano y, aunque puedes llegar a pensar que otras personas no te entenderían, alguien ahí afuera puede comprenderte; lo cual es un pensamiento muy reconfortante.
Date permiso de ser como eres; con todos tus golpes, rasguños y cicatrices que has ganado durante el camino. Tienes permiso para molestarte y tener miedo.
Algunas veces tenemos ataques de ansiedad debido a que no nos damos permiso de hacer o sentir algo; es sorprendente lo rápido que puedes transformar un ataque de pánico en paz, cuando te permites a ti mismo sentir ese dolor.
Este es el segundo paso al punto anterior de “Ser tú mismo”. En las esferas de “desarrollo personal” y “espiritual”, existen incontables individuos que tratan de lograr la felicidad “arreglándose” a sí mismos.
No puedes rodear tus problemas, debes enfrentarlos; así que abraza el dolor que tienes y trabaja en el hasta que encuentres la claridad en la raíz del mismo.
Puedes encontrar la raíz de tu infelicidad, depresión, ansiedad, etc., a través de herramientas como la meditación o escritura.
La meditación puede ser útil para aclarar la mente para ver más allá del problema actual y llegar a una paz y entendimiento interior.