Los productos diuréticos son una realidad cada vez más presentes en nuestras vidas. Una multitud de marcas y posibilidades han salido al mercado y puede costarnos elegir el método que más nos conviene. Sin embargo, una cosa está clara: la mejor fórmula para adelgazar es seguir una buena dieta y hacer ejercicio. Eso sí, si optamos por uno de estos métodos, debemos siempre consultar con un profesional y, sobre todo, no abusar de ellos. Si lo hacemos pueden volverse en nuestra contra o no conseguir los efectos deseados.

La mayoría de las personas no saben que este tipo de productos no sirven para perder peso, sino para evitar la retención de líquidos. En ningún caso nos harán perder volumen. Pero más importante que esto es tener en cuenta que el abuso de productos diuréticos pueden provocar males como la deshidratación e incluso provocar edemas cerebrales.

Especialmente atentas, por otro lado, deben estar las personas con anemia, diabetes, hipertensión arterial, problemas hepáticos o insuficiencia renal, ya que estos productos, en exceso, pueden ser especialmente nocivos para ellos.

La mejor opción será siempre la de una dieta clásica y el ejercicio, pero si optas por uno de estos métodos mejor que se trate de remedios naturales como la ingesta de algas marinas, por ejemplo, y que siempre consultes con un profesional. Tu cuerpo te lo agradecerá.

El uso continuado de este tipo de productos, especialmente de aquellos de origen no natural, puede provocar graves problemas si se produce un abuso o se siguen sus tratamientos durante un tiempo excesivo.

• Hipertensión arterial

• Insuficiencia cardíaca o edemas de origen cardíaco

• Glaucoma

• Alteraciones del organismo como deshidratación o disminución del sodio, el potasio y el magnesio

• Alteraciones gastrointestinales

• Aumento del ácido úrico