Cuando pensamos en adelgazar o mantener la línea suelen venirnos a la cabeza dos aspectos concretos: en primer lugar, el más obvio, el de la dieta adecuada. Además, somos conscientes de que debemos practicar ejercicio regular, aunque no siempre consigamos llevarlo a cabo como nos gustaría.

Pero... ¿cuánta atención prestamos a nuestro sueño? El Instituto Francés de Nutrición acaba de publicar un estudio que afirma que dormir poco puede ser una de las causas del aumento de peso que, a su vez, puede derivar en todo tipo de enfermedades del metabolismo o de carácter cardiovascular.

Lo que ocurre, según defiende el estudio, es que dormir pocas horas hace que se segregue poca hormona leptina, responsable de limitar el hambre, y que aumente la grelina, otra hormona con funciones contrarias.

Por si esto fuera poco, los doctores apuntan otra conclusión lógica: al dormir pocas horas, aumenta obviamente nuestra sensación de cansancio, con lo que limitamos nuestras actividades físicas y, en consecuencia, tenemos un gasto energético casi nulo.

El estudio acaba concluyendo que la falta de sueño puede llevar a auténticas epidemias de obesidad así que ya lo sabéis... ¡un esfuerzo hoy por un cuerpo mejor mañana!