Desde hace poco, los profesionales de la salud están hablando de una anomalía descubierta hace sólo 2 décadas: el síndrome metabólico. No es en sí misma una enfermedad, sino una tendencia a presentar ciertos factores (alta presión y azúcar en sangre, alto colesterol y mucha grasa abdominal) que sí pueden provocar problemas de salud más graves. ¿Cómo cuáles?

Estos factores de riesgo incrementan 5 veces la probabilidad de padecer diabetes y 2 veces la tendencia a sufrir un ataque cardiovascular. Parece ser una condición que muchas personas tienen (47 millones sólo en Estados Unidos) pero de la que no se sabe todavía mucho. La buena noticia es que puede ser controlada con algunos cambios en el estilo de vida.

No hay que dejarse llevar por la ansiedad, sino estar informado y tomar los factores como una alarma para mejorar los hábitos. Alimentación sana y frecuente ejercicio son las claves simples para limitar el efecto del síndrome, impidiendo que provoque enfermedades graves.

• Circunferencia de cintura elevada: los riesgos aumentan si la cintura mide más de 101,6 cm. en los varones y más de 88,9 cm. en las mujeres.
• Altos niveles de triglicéridos: una persona tiene más probabilidades de sufrir la anomalía si su nivel de triglicéridos en sangre supera los 150 miligramos por decilitro.
• Bajos niveles de colesterol bueno: tener un bajo nivel de colesterol HDL en sangre (colesterol bueno) incrementa los riesgos. Son candidatos al síndrome las mujeres con menos de 50 mg por decilitro y los varones con menos de 40 mg por decilitro de sangre.
• Alta presión arterial: aquellas personas que tienen una presión de más de 135/88 mm Hg, tienden más al problema.
• Altos niveles de azúcar en sangre: los riesgos crecen en individuos con un nivel de glucosa en ayunas superior a 100 miligramos por decilitro.

Para ser diagnosticado con el síndrome metabólico, se deben presentar al menos 3 de estos factores de riesgo. Como se trata de un conjunto de factores y no de una sola enfermedad, los médicos no están seguros de qué lo provoca. Veamos algunas de las posibles causas.

• Resistencia a la insulina: esta es una hormona que ayuda al cuerpo a utilizar como energía la glucosa. En las personas que tienen resistencia a la insulina, esta sustancia no funciona como debería, y así, el organismo la fabrica en exceso para enfrentar los crecientes niveles de glucosa. Esta anomalía puede provocar diabetes y se asocia al exceso de grasa abdominal.
• Obesidad: y sobre todo la abdominal, está asociada al desarrollo del síndrome metabólico. Tener grasa extra en la cintura y no en otras partes del cuerpo incrementa el riesgo.
• Estilo de vida poco saludable: no hacer suficiente actividad física y llevar una dieta rica en grasas puede tener influencia a la hora de presentar el síndrome.
• Desorden hormonal: parece que las hormonas juegan un papel fundamental en la aparición de ciertas anomalías, entre ellas, la del síndrome metabólico.